Lo habían acogido en su casa, le ofrecieron protección y una vida segura, lejos de todos aquellos que querían hacerles daño. Taurus era como un padre para él, pero ella... los sentimientos hacia ella siempre habían sido muy distintos. Sus ojos de águila no solo servían para ver a grandes distancias, podía ver los sentimientos de ella cuando la miraba a los ojos, sentirlos...
Y cuando su marido salió a cumplir con su deber, él la sedujo, como tenía pensado desde hacía tantos años. Su marido ya tenía cuernos, literalmente, no notaría el peso de otro par.
Y fue en el lecho matrimonial donde probo el auténtico sabor de Sevilla... y tanto que lo probó.
me gusta mucho los colores de la ilustracion, da una ambientacion muy sensual, por lo demas muy chula
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